Una vez finalizada la
anterior trilogía de Spiderman con Tobey Maguire, y dado que parece ser que
este no quiso interpretar una cuarta película, parece ser que alguien pensó que
estaría bien hacer una nueva película otra vez desde el principio. Por lo que
si alguien espera que esta película siga donde terminó Spiderman 3, va a tener
que seguir esperando.
Esta nueva película
es lo que en el mundo del cine se conoce como un reboot, un término que en los
conceptos de ficción se refiere a un reinicio o relanzamiento de una historia
presentando una inflexión de la serie, no forzosamente siguiendo la continuidad
previa sino sólo conservando los elementos más importantes, los que se consideren
mejores o más funcionales para darle seguimiento, aunque comenzando todo de
nuevo, desde el inicio, con ideas más “frescas”. Así, la historia previa
establecida es anulada o sólo ignorada por los escritores y propietarios del
concepto en cuestión, dejándola como irrelevante para la nueva continuidad, la
cual seguirá presuntamente con mayor cuidado y recelo. (Fuente: Wikipedia)
En los primeros
momentos de la película nos van a ir presentando a los personajes, ya que no
tienen mucho que ver con los de la trilogía primera. Para empezar, conoceremos
porqué Peter Parker se va a vivir con sus tíos May y Ben. La tía May (Sally
Field) no es la anciana desvalida que hemos visto en anteriores ocasiones, e
incluso diría que es un poco mas espabilada que las tías May en general. Y al
que enseguida se le coge cariño (pese a conocer su destino) es al tío Ben,
interpretado por el gran actor que en Martin Sheen.
Parece ser que la trama de la trilogía (porque
sí, va a ser una trilogía) va a estar relacionada con los padres de Peter, que
aparecen al principio de la película y que resulta que son trabajadores de
Oscorp Industries, propiedad como ya se sabe de Norman Osborn, alias el Duende
Verde.
Por otro lado, esta
nueva entrega del hombre-araña nos traslada a su época del instituto, con las
tonterías propias de esos años, el matón que se mete con el pobre Peter (Andrew
Garfield) y que acaba siendo su mejor amigo, y Gwen Stacy (Emma Stone), la
chica guapa que, por raro que parezca no sale con el chico popular del instituto,
sino que desde el principio bebe los vientos por el protagonista. Chica que no
solo es guapa sino muy inteligente ya que, fuera del horario escolar, tiene un
trabajo que ya quisieran muchos universitarios.
El malo malísimo de
esta entrega es el Dr. Curt Connors (Rhys Ifans), un científico que trabajó
junto al padre de Peter y que hace tiempo perdió su brazo derecho, por lo que
sus estudios van dirigidos, entre otros, a la regeneración de miembros
perdidos. Cómo a muchos científicos anteriores, se pasa de la raya en sus
investigaciones y acaba convirtiéndose en un conejillo de indias mutante. Nada
nuevo bajo el sol.
La película es un
poco fantasmada, se echan cosas de menos del original, como la pasión de Peter
por la fotografía. Y el sentido del humor del que Tobey Maguire hacía gala en
las anteriores entregas, en esta ocasión se me ha hecho cargante e infantil. Había
leído que este reboot se ha hecho para gustar a los fans de Crepúsculo, y
ciertamente, creo que lo han conseguido, aunque habría que preguntarse a costa
de que.
Por otro lado, el
halo de misterio que envuelve al primer Spiderman se pierde en este segundo
intento, donde al protagonista sólo le falta publicar su verdadera identidad en
primera plana. Y es que lo más emocionante de los héroes enmascarados es
precisamente sus constantes esfuerzos por ocultar su verdadera identidad para
evitar que los malos hagan daño a las personas que quieren, y que las personas
que les quieren ni sufran cada vez que salen a salvar la ciudad.
No puedo decir que no
me ha gustado la película porque sí que me ha resultado entretenida, y estoy
segura de que habrá a mucha gente a la que si le ha gustado, pero haciendo
honor a la verdad y teniendo presente que las comparaciones son odiosas,
prefiero a Tobey Maguire y a la sosainas de Kirsten Dunst, prefiero a James
Franco y a Willem Dafoe, y prefiero a la desvalida tía May interpretada por
Rosemary Harris. Y prefiero al gran Sam Reimi antes que a Mark Webb. Veremos lo
que hace con las siguientes dos películas.
“Un gran poder
conlleva una gran responsabilidad”. Cómo lo he echado de menos....
Muchas gracias por esta opinión tan sincera!! yo me estaba planteando ir a ver esta película, pero creo que ahora me lo voy a pensar!jejej.
ResponderEliminarun besin
Hola Ami!!! La película esta bien, pero a mi me gustaron mas las primeras, la verdad. Con esta me llevé un poco de decepción, quizá esperaba otra cosa.
EliminarIgual las dos siguientes mejoran, pero al precio que se va a poner el cine, para mi van a tener que mejorar mucho.
¡¡Gracias por comentar!! Bss